En este momento estás viendo Cultura

Cultura

Cultura

Desde POBLE, iniciativa política con voluntad de gobernar en el ámbito valenciano, se tiene el absoluto convencimiento de que la cultura, entendida como un conjunto de conocimientos adquiridos por una persona, pero también como el conjunto de costumbres, modos de vida, manifestaciones artísticas, científicas, intelectuales y utilitarias que caracteriza un pueblo y lo define, es un pilar fundamental para el desarrollo del individuo, así como para perpetuar la existencia de un colectivo humano que comparte una historia y unas tradiciones seculares.

Desde un punto de vista filosófico, la cultura es el conjunto de producciones propias del ser humano que transforman a la persona y al medio en que ésta vive y se desarrolla; desde un punto de vista histórico es el conjunto de formas de vida intelectuales y materiales que, socialmente transmitidas y asimiladas, caracterizan a un grupo humano determinado, y, desde un punto de vista psicológico, constituye un factor de socialización, por medio del cual se produce la integración del individuo en la sociedad.

Los valencianos constituimos un pueblo, y como colectividad humana tenemos un pasado en común, que se ha ido conformando a lo largo de la historia y ha ido configurando un patrimonio que le es propio y particular, siendo clave fundamental de ese imaginario colectivo una lengua propia, la lengua valenciana, que ha usado tradicionalmente como un vehículo de comunicación, oral y escrito, pero también como manifestación cultural en la que se han escrito tratados y obras literarias de valor universal. Lo cual no quita el reconocimiento de una situación bilingüe en nuestra sociedad, e incluso el predominio alterno de las lenguas en convivencia, la valenciana y la castellana, no sólo en diferentes áreas concretas del territorio valenciano sino también entre los diferentes estratos sociales.

Entendemos que el Pueblo Valenciano goza de una cultura propia y diferenciada –dentro del marco de la cultura europea de la que se sienta parte- que cuenta con un amplísimo conjunto de manifestaciones genuinas, algunas de las cuales han merecido el reconocimiento por parte de organismos internacionales como elementos del patrimonio mundial.

Por todo esto desde POBLE trabajaremos por un modelo cultural propio, que vertebre la sociedad valenciana y ponga de relieve las particularidades autóctonas, al mismo tiempo que incardinaremos en nuestro modelo principios como son la democracia, el europeismo, la participación, la modernidad y la apertura, entendiendo estos conceptos de la siguiente manera:

  • Propio quiere decir que en nuestro modelo cultural tiene que tener en cuenta las características de la sociedad valenciana y de su idiosincrasia. La aplicación de modelos culturales ajenos, adecuados para otros pueblos, no hace sino perjudicar el desarrollo cultural y social de los valencianos. El modelo que propugnamos es el que pone de relieve lo propio y contribuye de esta manera a reconocer más y mejor el hecho diferencial valenciano.
  • Democrático, entendido este como un principio básico que posibilite la participación de las distintas sensibilidades culturales que trabajan para enriquecer y fomentar el patrimonio valenciano.
  • Participativo, buscando que cualquier ciudadano/ciudadana tenga acceso a la cultura y la formación, pues de esta manera se potenciará el enriquecimiento personal y se fomentará la existencia de individuos libres y críticos, que además tienen que tener la oportunidad de que su opinión sea tenida en cuenta a la hora de la aplicación de políticas culturales.
  • Moderno y abierto, de manera que fomente la búsqueda de innovaciones y la investigación de nuevas tendencias, y que potencie nuevas formas de expresión cultural, sin descuidar por eso la protección de aquellas manifestaciones tradicionales y populares.

Queremos y trabajaremos por un modelo vertebrador, que nos haga sentir un pueblo singular, y enorgullecernos de cada una de las manifestaciones artísticas, festivas, musicales, folclóricas y tradicionales que se celebran en cada una de las localidades y comarcas que conforman el actual territorio valenciano. Para ello potenciaremos cualquier iniciativa que comporte esta finalidad.

Pero también queremos un pueblo que culturalmente participe de las nuevas tendencias artísticas y culturales, que las genere aplicando en ellas la creatividad y el espíritu innovador que ha manifestado a lo largo de su historia.

PROPUESTAS

Para hacer efectiva nuestra política nos proponemos los siguientes objetivos:

  • Defender la herencia cultural de la que somos depositarios y mantener viva cada una de las manifestaciones que contribuyen a particularizarnos como pueblo.
  • Potenciar una cultura al alcance de todos, que esté conectada con las necesidades de la mayoría de la ciudadanía, evitando que la política cultural, en genérico, se convierta en elitista y centralizada.
  • Potenciar nuevos valores culturales en diversas disciplinas -artísticas, literarias, técnicas, científicas, etc.- conectando con las nuevas tendencias, hechos que provocarán el avance de la sociedad y su modernidad.
  • Favorecer el desarrollo de las manifestaciones culturales individuales, colectivas o sociales.
  • Contribuir a que cada localidad valenciana pueda gozar de los medios adecuados para el desarrollo de iniciativas culturales, y hacer que las infraestructuras públicas de carácter cultural, desde las de gestión municipal a las de gestión autonómica, se rentabilicen en función de usos compartidos entre distintos colectivos ciudadanos.
  • Trabajar para universalizar nuestra cultura potenciando el conocimiento de las diferentes manifestaciones por doquier.
  • Desarrollar una radio y televisión públicas que, en su papel de servicios públicos, ofrezcan información plural y veraz, pero también que cumplan con la misión fundamental de ser difusoras culturales y vertebradoras sociales.
  • Establecer una escuela de doblaje en lengua valenciana donde puedan prepararse los profesionales que tienen que trabajar tanto en medios de comunicación públicos como en los de titularidad privada.
  • Garantizar la accesibilidad a la cultura de todas las valencianas y todos los valencianos.

EL PATRIMONIO COMO RESULTANTE Y GARANTE DE LA CULTURA VALENCIANA

Como patrimonio cultural valenciano, entendemos todo lo que constituye la herencia cultural propia de nuestro pasado como pueblo, que continúa construyéndose en el presente y proyectándose hacia el futuro. Un patrimonio conformado por todos aquellos elementos y bienes de valor histórico y cultural que reflejan la herencia de las generaciones pasadas y que permiten comprender el devenir histórico y la forma de ser valencianos como pueblo, y por tanto son expresión de su identidad.

Mucho de nuestro patrimonio se conserva en los archivos y bibliotecas, pero también lo conforman la tradición, las manifestaciones populares y las artísticas, las construcciones arquitectónicas o la misma naturaleza. Por eso haremos referencia explícita a:

  • Los archivos y bibliotecas
  • Tradiciones y manifestaciones populares. Patrimonio inmaterial
  • Los museos y los monumentos
  • Los parajes naturales
  • Las nuevas tecnologías

Los archivos y bibliotecas

erá propósito de POBLE afrontar una política cultural que potencie el uso de las bibliotecas. Consideramos que el servicio bibliotecario, y el espacio como centro de estudio y de consulta de libros, sea un bien al alcance de toda la ciudadanía. En aquellas localidades donde no se puedan crear bibliotecas o mantenerlas por falta de recursos, se buscarán alternativas como la creación de centros de lectura o bibliotecas ambulantes. En este sentido se fomentará la lectura por medio de campañas.

Se propiciará la modernización del acceso a la documentación archivística, procurando por su digitalización, y se posibilitará una coordinación entre los archivos valencianos, creando una red que agilice las consultas y el intercambio de información entre ellos.

Tanto en el ámbito bibliotecario como en el archivístico, la incorporación de las nuevas tecnologías será objetivo prioritario en el propósito doble de facilitar la consulta y de conservar la documentación.

Se velará por la popularización –dar a conocer- y la adecuada conservación de la documentación valenciana y/o que haga referencia a Valencia que esté en archivos no valencianos, no desestimando el derecho a su reclamación y custodia en archivos valencianos.

Velar para que la Biblioteca Valenciana siga siendo el referente del fondo bibliográfico valenciano y por su ampliación con nuevas ediciones o con donaciones de bibliotecas particulares.

Tradiciones y manifestaciones populares. Patrimonio inmaterial.

Las tradiciones populares engloban aquellas muestras y manifestaciones en las que de manera especial es el pueblo quien las ha creado, las ha transmitido y en general las mantiene vivas. Una gran parte se pueden englobar como folclore, y en este sentido el Pueblo Valenciano es rico y goza de una amplia variedad de muestras que van desde las danzas, los cantos, las celebraciones cívicas y religiosas, rituales, las fiestas…

En la época de la globalización, el intercambio cultural se ve potenciado. El conocimiento y el contacto con las tradiciones y manifestaciones particulares de otros pueblos supone una posibilidad para el enriquecimiento de la sociedad valenciana, bien por incorporación, previa adaptación, de las mismas, bien por influencia modernizadora que puede tener en las tradiciones propias. No obstante, también comporta ciertos riesgos que conviene evitar. En algunos casos la importación de manifestaciones foráneas puede desplazar tradiciones propias con la consecuente pérdida de riqueza patrimonial; en otros casos el cambio que provoca en una tradición propia, más que modernizarla, lo que hace es desvirtuarla, quitándole su esencia y, muy a menudo, banalizándola, lo cual contribuye a la despersonalización del pueblo y a la desafección de los ciudadanos.

La búsqueda del equilibrio que permita la modernización al tiempo que impide la desvirtuación no puede partir de supuestos autoritarios, ni de imposiciones que limiten las libertades individuales, sino que la aplicación de soluciones imaginativas surgidas de un debate permanente entre todos los agentes sociales implicados.

Atendiendo a esto será objetivo prioritario de POBLE potenciar y salvaguardar las manifestaciones populares genuinas lo más auténticas y puras posibles, haciendo labor pedagógica entre lo auténtico y lo que se añade o incorpora como novedad en una manifestación tradicional.

Los museos y monumentos

No vemos positiva una indiscriminada creación de museos, pero sí en la buena gestión de aquellos que estén creados o se creen, la cual tiene que consistir básicamente en considerarlos alguna cosa más que un sitio de conservación y de exhibición de distintas muestras temáticas. Al contrario, se tienen que concebir también como centros culturales que trabajan por la propagación de sus contenidos y por la atracción de visitantes con diferentes iniciativas interactivas y participativas.

En igual sentido será objetivo prioritario facilitar la accesibilidad para la visita y contemplación del patrimonio arqueológico, arquitectónico y monumental. Constituido este por insustituibles muestras de las distintas etapas culturales, su conservación merecerá completa atención de POBLE.

Los parajes naturales

POBLE considera que todos los espacios naturales deben ser objeto de protección. Conservar el medio ambiente es tarea prioritaria que debe sobrepasar a cualquier colectivo particular para convertirse en objetivo de todo ciudadano. En este sentido, conservar los espacios naturales valencianos con especiales características será una de las prioridades de nuestra iniciativa política, pues no solo forman parte de nuestro patrimonio cultural –especies tanto vegetales como animales propias y exclusivas- más aún son, junto al territorio, parte del solar en el que habitamos y convivimos y por tanto merecen todo nuestro respeto y recaudo.

Las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías están de manera omnipresente en la vida cotidiana –familiar, laboral o de ocio- por lo que POBLE valora en un alto grado el desarrollo de estas tecnologías, faceta que apoyará, así como su uso y su incorporación en todos los ámbitos de la sociedad, siempre buscando el servicio de aquellas para conseguir un mayor bienestar social, y velará para que dichas tecnologías no condicionen ni la privacidad ni la libertad de las personas.

LA CREACIÓN CULTURAL

POBLE potenciará la cultura en sus más diversas variantes: literarias, artísticas, líricas, musicales, dramáticas, deportivas, etc. Para esto apuesta por la creación cultural, porque posibilitándola, esta tiene que contribuir al desarrollo de potencialidades individuales y colectivas, y consecuentemente, al progreso de la sociedad y abrir nuevas vías para el desarrollo de ésta.

POBLE considera que tiene que existir una política cultural que propicie y ayude a potenciar la creatividad y las iniciativas que contribuyan al desarrollo de las diferentes facetas culturales, por eso establecerá medidas que ayuden al desarrollo de proyectos culturales, siempre y cuando estos estén basados en un proyecto que compagine creatividad y viabilidad, optimizando los recursos a la hora de conceder subvenciones en estos ámbitos. En caso de una iniciativa realizada con ayuda que resulte exitosa y genere unos beneficios, POBLE articulará la manera para que una parte de estos reviertan de nuevo en la administración y poder así ayudar al desarrollo de nuevas iniciativas.

Entendiendo la cultura en su más amplio sentido, y con el objetivo de velar para que todo el mundo tenga acceso a la misma, no discriminará a priori ninguna modalidad y velará para que sea factible esa accesibilidad por parte de todos.

LENGUA VALENCIANA

Como resultado de nuestro particular devenir histórico, el valenciano es un idioma con personalidad propia y diferenciada de los demás de su entorno, de acuerdo con el testimonio conservado en abundante documentación histórica y la opinión de numerosos lingüistas e investigadores. Un hecho que, además, es confirmado por el sentir sociológico mayoritario de nuestro pueblo.

Esta aclaración, que no debería de ser necesaria en circunstancias normales, se vuelve imprescindible si partimos del hecho de que, desde principios del siglo XX y especialmente a partir de la década de los 60, los valencianos hemos asistido a la aparición, en ciertos sectores sociales, de una desviación del tradicional concepto de hermandad entre los pueblos que compusieron la Corona de Aragón. Una desviación, inducida y fundamentada activamente desde fuera de nuestras fronteras, que, de proclamar dicha hermandad, ha pasado a reivindicar la “catalanidad” de la lengua valenciana y, como consecuencia, también la catalanidad cultural y étnica de nuestro pueblo.

El valencianismo cívico, cultural y asociativo –en el que trabajamos día a día muchos de los participantes de POBLE- hace décadas que tiene claro que la codificación de la lengua valenciana a través de una normativa que no atienda a su propia personalidad supone una ruptura con nuestra historia, la castración del potencial futuro del idioma –dificultando la identificación del hablante con el modelo lingüístico oficial-, la deformación y desaparición de las legítimas peculiaridades idiomáticas de nuestra lengua y la ocultación a nivel estatal e internacional de la individualidad lingüística del valenciano como una máxima expresión de nuestra identidad diferenciada.

La postura de POBLE DEMOCRÀTIC, en consecuencia, es la de:

  • Fomentar el uso, en cualquier nivel, área o estamento, de la lengua valenciana, lengua propia, minoritaria y minorizada.
  • Recuperar su uso y cultivo, actualmente en retroceso debido a la desafección creciente que están generando las actuaciones que, tanto desde ámbitos oficiales como extraoficiales, se están haciendo a favor de una consolidación del castellano como lengua dominante en el territorio históricamente valencianohablante, y del catalán como lengua de prestigio.
  • Apoyar, como normativa codificadora, aquella que actualmente reconoce dicha personalidad diferenciada de la lengua valenciana: las Normas d’El Puig.
  • Reforzar el reconocimiento internacional de la lengua valenciana reclamando un código ISO para la misma.

No obstante, en POBLE somos también conscientes de que el devenir histórico de la últimas décadas ha generado, en una parte sustancial de la sociedad, un desconocimiento o desinformación respecto a las verdaderas raíces y coordenadas del conflicto político que teóricamente tenía que “defender el nombre y la entidad” de nuestro idioma y resolver el conflicto, debe considerase hoy como fracasada. Su posicionamiento acrítico e incondicional a favor de tesis anexionistas del valenciano respecto del catalán la desacredita como posible fuente de solución del conflicto.

Su existencia como institución estatutaria y la innegable impregnación reciente que las tesis anexionistas han producido en una parte no pequeña de la sociedad –a través de la enseñanza reglada y, en menor medida, de ciertos medios de comunicación- requieren de soluciones realistas y factibles, adaptadas a la actual realidad sociológica. Unas medidas que, más allá de la proclama voluntarista pero poco efectiva, tienen que aspirar a alcanzar un nuevo escenario, en el que el respeto al derecho que tienen los valencianohablantes a elegir cómo desarrollar la propia personalidad lingüística se vea reconocido, respetado y protegido por la legislación.

Es imprescindible, pues, la consecución de un marco realista y estable, no sujeto a cambios y vaivenes políticos propios de una democracia en el que, no solo el sector anexionista, como ocurre ahora, sino también el valencianismo lingüístico esté reconocido. Se tienen que crear las condiciones para un debate político abierto en el que diferentes posturas puedan exponerse al criterio de los ciudadanos en igualdad de condiciones y de difusión pública, como primer paso para encontrar la solución a un conflicto lingüístico del que el pueblo valenciano y su lengua son los principales perjudicados.

El reconocimiento oficial de las Normas d’El Puig en todos los niveles de la administración y de la enseñanza es un paso previo y una condición inexcusable para apartar el conflicto lingüístico del debate político: permitiendo que cada ciudadano, como mínimo, pueda ejercer su derecho a decidir, después de recibir una información no sesgada, y sea amparado por la ley, tome la postura que tome. Una solución que en otros países, como Noruega, ha propiciado una coexistencia pacífica entre visiones idiomáticas discrepantes, y han dado lugar a un marco de convivencia que permitirá asegurar a la sociedad en conjunto una visión ajustada del conflicto, no mediatizada por intereses privados de determinadas formaciones políticas y lobbies de presión.

Descargar documento en pdf